Hoy tocaba un reto Ciclópata y puede que las fechas y la
climatología no fueran las más adecuadas pero hecho está. / Ciclópatas nos
hemos aventurado para ir en tren hasta Vic y regresar atravesando el Montseny
realizando una etapa del Meridià Verd pasando por Collformic y el Plà de la
Calma y bajando por Vallforners.
Quique, Víctor, Norris, R1, Adolfo, Batxi y Racing han sido
los protagonistas de un precioso día de otoño, con lluvia, frio, barro y de un
recorrido variado, duro por el kilometraje pero sin ser excesivamente exigente.
La primera sorpresa del día, aún de noche, la daba Víctor,
el tío se ha dormido y mientras que el resto enfilaba la Pared seca dirección a
la estación de tren de Granollers-Canovelles él cogía con prisas un tren
dirección Barcelona para hacer trasbordo en Arc de Triumf y tomar el bueno que
nos llevaba hasta Vic. En Canovelles nos hemos reunido y en 30 minutos
estábamos en Vic que nos ha recibido con una fina pero impenitente lluvia. Nos
dirigimos a la plaça major del pueblo a buscar un bar donde desayunar mientras
la lluvia no cesaba y las dudas se cernían en el grupo.
Después del bocata obligado de fuet, la cerveza y el café,
la lluvia ha dado una tregua que nos ha decidido a seguir la ruta planificada.
El primer tramo lo realizamos por carretera, pasando por Calldetenes y Sant
Julià de Vilatorta. Al final de éste último pueblo giramos por una pista que
pronto se convierte en un sendero técnico precioso donde coincidimos con una
maratón de montaña cuyos participantes nos acompañarán unos cuantos kilómetros.
Ésta ha sido la parte más Ciclópata de la jornada alternando
zonas más técnicas con sube y baja del sendero que nos ha llevado a las
cercanías de Taradell pasando por el Collet de l’Home Mort y el Puig de l’Aguila
bordeando los 800 metros de altitud. A partir de allí vamos subiendo hasta los
800 metros del Puig Grifó y ya en la Serra de Montmany descendemos un poco para
tomar un tramo de carretera para desviarnos por otra pista que sube por la
ermita de Sant Joan, luego, a la altura de la ermita de Sant Martí enlazamos con la carretera que sube hasta
Collformic.
Agradecemos el largo tramo de carretera pues no tiene
demasiado desnivel y nos regala unas vistas otoñales del Montseny
espectaculares. La lluvia va haciendo acto de presencia a intermitencias pero
no acaba de molestar con una temperatura agradable aunque divisamos nubes hacia
la zona donde nos dirigimos. Remontamos hasta los 1.135 metros de altitud de
Collformic ni más incidencias que dos pinchazos previos que solucionamos sin
problemas.
A las 14h llegamos a Collformic y decidimos comer en el
restaurante que hay justo antes de enlazar con la pista que nos llevará luego
hacia el Pla de la Calma. Agradecemos la calidez del lugar y de sus cervezas,
butifarras, mongetes y patatas fritas para salir hacia las 15:30 y continuar la
ruta.
Al salir del restaurante la temperatura baja hasta los 7
grados y con las rodillas entumecidas iniciamos el ascenso hacia el Plà de la
Calma. Sin grandes pendientes pero con un contínuo sube y baja cuesta coger
ritmo, estamos en medio de las nubes y coronamos en mitad de una espesa neblina.
Descansamos dos minutos para la foto de rigor e iniciamos el inacabable
descenso hasta el pantano de Vallforners y luego hasta Cànoves.
Analizamos la situación y vemos que nos quedan poco tiempo
de luz, así que iniciamos el regreso por carretera por Cardedeu y Dosrius
llegando a casa poco antes de ñas 7 de la tarde. Empezamos de noche y acabamos
también de noche.
Víctor ha tenido un percance más y no ha traído chubasquero
por lo que se las ha ingeniado para pedir en el bar de Vic una bolsa grande de
basura que ha hecho la necesaria faena.
Los cuatro actos bien diferenciados de hoy están en la
pequeña aventura de ir a buscar el tren en Canovellas, el viaje en tren hasta
Vic, el tramo hasta Collformic y la vuelta pasando por el Plà de la Calma.
6:47 h.
109 Km
1.850 metros de desnivel positivo acumulado
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